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Tortas de El Chino Arrieta: “en la victoria las merecemos, en la derrota las necesitamos”

Tortas de El Chino Arrieta: “en la victoria las merecemos, en la derrota las necesitamos”

Las tortas que deberían tener sucursales en toda la ciudad

Hay tortas que no solo alimentan el cuerpo, sino también los recuerdos. Las tortas de El Chino Arrieta nacieron en los estadios, entre gritos de gol, cánticos de barras y tardes de futbol. Desde 1986, generaciones de regios han hecho fila en los estadios no solo por su sabor, sino por el ritual: ver el partido y comerse una torta rebosante de arrachera, de chorizo argentino o mixta, acompañada de sus salsas caseras. Esos momentos, repetidos por padres, hijos y ahora nietos, convirtieron este antojo en una tradición emocional, una especie de herencia comestible con sabor a estadio.

Sorprende que aún no se hayan multiplicado por toda la ciudad, más allá de su presencia en apps de comida, porque si algo merecen las tortas de El Chino Arrieta, es que cada barrio de Monterrey tenga una sucursal a la vuelta de la esquina. Por ahora, solo queda disfrutarlas desde las apps o en su hábitat natural: los estadios de Rayados, Tigres y Sultanes. Ahí donde nacieron y se volvieron leyenda.

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