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Tostadas estilo “Siberia”. ¿Inventadas en Monterrey?

Tostadas estilo “Siberia”. ¿Inventadas en Monterrey?

Receta sencilla y poderosa: una aportacion fundamental a la gastronomia norestence

Hay platillos que cuentan historias, que te regresan a una calle, a una infancia o a un rincón específico de tu ciudad. En Monterrey, ese platillo es sin duda la Tostada Siberia. Una receta sencilla pero poderosa que, desde hace casi 80 años, ha dejado huella en la identidad regiomontana.

Un platillo creado para el paso… que se quedó para siempre

Todo comenzó en 1946, cuando los hermanos Demetrio y Francisco Téllez, originarios de Puebla, abrieron un pequeño puesto llamado La Siberia del Norte en la calle Colegio Civil. Estaba justo frente a la Central de Autobuses, y su intención era clara: ofrecer una comida rápida, sabrosa y práctica para quienes venían o iban de viaje.
Lo que nunca imaginaron es que estaban creando un ícono gastronómico que sobreviviría generaciones.

¿Y por qué se llama Siberia?

El nombre tiene algo de simbólico y algo de poético. Por un lado, evoca el paisaje de las montañas nevadas del estado, parecidas a las de la lejana Siberia. Por otro, refleja esa forma de comer sencilla y directa: sin cubiertos, sin reglas, como si se tratara de un alimento primitivo, rústico, esencial. La tostada de arriba, de hecho, sirve como “cuchara comestible”.

¿Qué lleva la Tostada Siberia?

La receta original no ha cambiado mucho:
– Dos tortillas de maíz fritas y crujientes.
– Una base generosa de guacamole, preparado con aguacate, tomatillo y un toque de vinagre de chile jalapeño.
– Pollo desmenuzado, suave y jugoso.
– Un poco de crema mexicana, para unirlo todo.
– Y como toque final, una segunda tostada que sella el platillo.

Siempre va acompañada de zanahorias y chiles en vinagre, y la puedes pedir también en presentación de taco suave o incluso con carne de cerdo, como se hacía los fines de semana en la versión original.

El impacto en Monterrey

Hablar de la Tostada Siberia es hablar de Monterrey. No solo porque nació aquí, sino porque se ha convertido en parte de la memoria colectiva de quienes viven o han vivido en la ciudad. Es el platillo que muchos buscan al regresar de viaje, el antojo que te saca del apuro, el favorito de generaciones.

En redes sociales, hay quienes aseguran que es más representativa que el cabrito, y no falta quien diga que es lo primero que extraña al mudarse a otra ciudad. Y aunque han surgido imitaciones por toda el área metropolitana —con nombres como “La Siberiana” o “Tipo Siberia”—, los fieles a la receta original siguen regresando al local de Colegio Civil.

Hoy en día, La Siberia original continúa operando, con otra sucursal en Nuevo Laredo, y sigue siendo un punto de referencia para quienes buscan sabor auténtico, sin pretensiones.

¿Por qué sigue siendo tan querida?

Porque es sabrosa, práctica y emocional. Tiene todo: lo crujiente de la tortilla, la frescura del guacamole, lo reconfortante del pollo y la untuosidad de la crema. Es un platillo que se siente como casa.

Pero más allá del sabor, lo que la hace especial es su historia. Es ese tipo de comida que forma parte de quiénes somos, que nos recuerda de dónde venimos y que nos une con otras personas que también crecieron con ese antojo.

¿Y tú, ya redescubriste la Tostada Siberia?

Si creciste en Monterrey, seguro tienes una historia con ella. Si no la conoces, es momento de probarla. Y si ya no vives en la ciudad, sabes que, al volver, una de tus primeras paradas será en ese local que huele a guacamole fresco y tortillas doradas.

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