El cine y su amor por la comida

Una selección que celebra la comida como motor de grandes historias en la pantalla grande
En el séptimo arte hay bastantes historias que giran en torno a la gastronomía. Después de mucho pensarle y antojarme, hice una selección donde la comida es el personaje principal. Dejé fuera comedias y chick flicks, porque la mayoría las conoce y el punto es recomendarles algo que tal vez no sería su primera opción.
La histórica:“Los sabores del palacio” (2012). Basada en la vida de Hortense Laborie, chef oficial del presidente francés François Miterrand. Quise incluir este filme porque lo interesante que es ver hechos verídicos en la pantalla grande, aunque tal vez su trama no sea la más impactante, sus escenas de comida son muy memorables.
La animada:“Ratatouille” (2007). No los quiero hacer sentir viejos, pero esta película de Pixar ya cumplió casi dos décadas. El protagonista, Remy, es una rata que no se quiere conformar con comer sobras de los humanos. Gracias a su súper olfato sabe encontrar los mejores alimentos y a través de un libro de cocina, que encuentra por casualidad, se convierte en un profesional. “Ratatouille” retrata perfectamente lo fuerte que puede ser la nostalgia que despiertan los aromas y sabores de un buen plato.
La mexicana:“Como agua para chocolate” (1992). Una de las películas nacionales más sobresalientes, es ambientada a finales del siglo XIX. El personaje principal es Tita, cuya severa madre la obliga a quedarse soltera para que la cuide hasta morir. El pretendiente de Tita es presionado para casarse con la hermana mayor de la protagonista. La gastronomía juega un papel relevante por ser el escape de la realidad de la protagonista. Las escenas de cocina te hacen babear y querer correr a la carretera o a algún lugar donde puedas encontrar auténtica comida mexicana.
La gringa:“Una buena receta” (2015). Traté de omitir filmes comerciales para recomendar algo diferente, pero me parece justo incluir al menos uno. En éste, el chef Adam Jones trata de volver a la cima y ganar sus tres estrellas Michelin después de un pasado conflictivo. El problema es la actitud problemática y el poco tacto que tiene con su equipo en la búsqueda de la perfección. Puede llegar a ser predecible, pero como buena película hollywoodense, cumple con entretener y nos regala muchas escenas para salivar.
La clásica:“El festín de Babette” (1987). Fue la primera cinta danesa en ganar el Óscar a Mejor Película Extranjera. La protagonista, Babette, es una chica de París que llega a una aldea de Dinamarca huyendo de la guerra civil. Después de ser recibida con hostilidad, gana repentinamente la lotería y prepara una cena increíble para el pueblo. La gente acepta su invitación de mala gana, pero gracias a las delicias que prepara la anfitriona, no les queda de otra más que ceder ante el placer de la comida. Creo que este es el mejor ejemplo de lo que mencioné anteriormente: hacer de la gastronomía un elemento vital para el filme.