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Quitakilos, ouch. Cometa, deli 

Quitakilos, ouch. Cometa, deli 

Redacción por: Olga Zambrano

Cometa, el restaurante que reinventa los antojos con sazón actual.

Hace unos meses me inscribí a Quitakilos porque, en los 80s, me dio muy buen resultado para bajar de peso y quise regresar por curiosidad y a ver novedades.

El programa en sí está excelente: pláticas diarias sobre nutrición, monitoreo personalizado y venta de comida. Sin embargo, se quedaron en los 80s y no se renovaron. Nos recomiendan margarina que es una opción de grasa sintética y productos light con endulzantes artificiales.

Los snacks que tienen a la venta como muffins, galletitas, gelatinas, nieves, empanadas, etc., tienen un sabor a Splenda que se queda pegado en la lengua por horas.  Terrible, y aparte dañina para la salud.

Las comidas preparadas como tamales y guisos, sin sabor y resecos. ¡Muy malos! Por supuesto que no regresé y hasta pensé que estarían vacíos y a punto de morir, pero resulta que no.

Estoy dando clases una vez a la semana en The Cooking Table en Plaza Chipinque en San Pedro y justo al lado está una sucursal de Quitakilos. Las cuatro horas que estuve ahí, no dejaba de llegar y salir gente con bolsas llenas de comida.

De que funciona para bajar de peso no lo dudo, pero ¿a qué costo? ¿Consumiendo grasas sintéticas, comida y snacks malos? Prefiero bajar de peso despacio de manera saludable consumiendo productos frescos, vivos, grasas saludables no procesadas que provengan de animal o vegetal, proteínas sin inyectar y sin hormonas.  En fin, el tema da para mucho. 

La comida y programas para bajar de peso no tienen por qué ser aburridos, sin sabor y/o con esos sabores ochenteros que, sorry, pero mi paladar ya no puede con ellos.

Pasando a temas chidos, una de las novedades en Monterrey, y que ya fui dos veces, es Cometa, restaurante de los hermanos Rivera Río. Está en la esquina de Libertad y Corregidora en el Casco de San Pedro. Es un concepto de cocina mexicana informal que me gustó muchísimo.  De 8 am a 12 pm, tienen tacos mañaneros en un salón en la entrada a la derecha con bancos y una barra. Del lado izquierdo parece como si entraras a una tienda de abarrotes con antojos artesanales de pueblo. Sigues el recorrido y al fondo llegas al área de restaurant. Tienen también terraza.

Su menú es ideal para pedir al centro y probar de todo.  El Chicharrón seco no tiene abuela. De lujo. Al llegar a la mesa, y a pesar de que la presentación está muy padre con una mini mamila con salsa, me pareció que “ashhhhh, es un típico chicharrón X” …pero ¡nada que ver!  No te lo puedes perder, sabores espectaculares.

La primera vez fui con Isa y con Rodrigo Martínez, mi socio. Gozamos con los taquitos al vapor rellenos de chorizo, la tlayuda oaxaqueña, el taco al pastor con piña, los esquites hidalguenses y el queso panela asado con nopales, miel de agave y chile morita. De postre, compartimos flan de elote, delicioso con coco tostado, toffee salado y helado de mazapán.

La segunda vez fui con Robi, mi yerno David y mi hermana Mágala. Probamos el Chamorro y los Tacos de chicharrón de pork belly con ciruela, aguacate y cilantro. Buenísimos. El único “pero” que le pongo a Cometa es el servicio. Tardadas las tortillas y teníamos que estar llamando a los meseros. Se les perdona por supuesto porque recién abrieron ¡y la comida es fabulosa!