Residente

Del horno al brunch

Del horno al brunch

Redacción por: Olga Zambrano

Señor Bigotes: sazón, cariño y detalles que hacen la diferencia en cada plato.

Desde que fue inaugurado he vuelto fácil unas diez veces. Se llama Señor Bigotes y está justo al lado del Museo Centenario, cruzando la calle. El dueño es mi buen amigo, el chef Rodrigo Martínez. Es un lugar chiquito, acogedor de cocina abierta. Ofrecen pizzas, ensaladas, pastas, paninis y postres. También para llevar y entrega a domicilio.

Pedimos una focaccia para abrir apetito. Todos comentaron que muy rica. A mí me pareció buena a secas porque me esperaba un pan con miga, aceite de oliva y hierbas en la masa. Muchos restaurantes italianos locales llaman focaccia a la masa de pizza horneada. Una diferencia fundamental entre la masa de pizza y la focaccia es que la primera lleva cuatro ingredientes: levadura, agua, harina y sal. Y la segunda un mínimo de seis: levadura, agua, harina, sal, mucho aceite de oliva extra virgen y hierbas.

Seguimos con pizza de jamón serrano, pepperoni, pimientos y alcaparras. Deliciosa. De las mejores que he probado. Con masa delgada y crujiente hecha en horno de leña. Me contó Rodrigo que la salsa la prepararan con tomates rostizados que meten al horno con lo que quedan de brasas durante la noche, antes de cerrar. Por la mañana los “machucan”, agregan ajo, tomillo, romero, aceite de oliva y albahaca fresca. El resultado: ¡espectacular! También pedimos dos ensaladas César al centro. Aderezo cremosito. Rica y fresca. Varios pedimos fettuccine a los tres quesos que no puedes dejar de probar. ¡Plato limpio! Y de postre compartimos tiramisú y cheesecake de manzana. Buenísimos ambos.

Hace un par de semanas volví a comer con amigos y tenían de novedad en el menú una sopa de tomate orgánico y pimiento rostizado que te sirven dentro de un pan rústico y queso parmesano rayado. Ufff, ¡deli! Los precios por debajo de la calidad que tienen. Excelente opción.

Y para brunch o desayuno al que voy mucho y recomiendo ampliamente desde que lo conocí es Pan Benell. Muy rara vez intenseo tanto con un mismo lugar como para ir dos días seguidos. Mi primera vez fue con Bernardo Flores. Teníamos un buen de no vernos y queríamos echar chal a gusto. Padrísimo el lugar adentro de la nave Tampiquito en Plutarco Elías Calles. Me gustó tanto que al día siguiente invité a Robi, mi hija, y cada que hay plan para brunch con las comadres o de trabajo siempre lo sugiero. Del menú he probado croque-madame, las papas con camote, chorizo y huevo estrellado, los chilaquiles verdes con chicharrón, el machacado con huevo sobre pan de mantequilla y los plátanos caramelizados con granola y ricotta. Los chilaquiles verdes con chicharrón me parecieron un tanto ácidos. El croque-madame es el mejor que he probado en Monterrey. ¡Buenísimo! Lo sirven con arúgula fresca, que le da un equilibrio perfecto. Una delicia. Sin duda mi platillo favorito son las papas con camote, chorizo y huevo estrellado. ¡Pruébenlas! Buen café y variedad de té. Muy buen servicio. Buenos precios y ambiente de barrio. Abren para desayuno y brunch.