Guillermo Quintero

Venezuela, Canadá y México, entre otros lugares, tenían que tener algo muy grande en común.
Redacción por: Residente
Fotografía por: Rafa Ibáñez

Guillermo Alberto Quintero León, es chef ejecutivo del Mississippi 105-B, así como socio y gerente del Análogo. Venezolano, a los 17 años el destino lo lleva a vivir a Montreal en Canadá y según cuenta, desde que estaba en la prepa él quería tener su restaurante porque en películas él veía que eso era algo “importante”, ser como los chavorrucos dueños de estos lugares, con autos lujosos, se imaignaba manejando un deportivo en Miami. La verdad suena muy atractivo, aunque al parecer esas películas estaban algo distantes de la realidad.

 

Claro que para llegar a donde está tuvo que pasar por varias etapas, desde estudiar administración, aprender de gastronomía en el college LaSalle, ayudar en cocina, abrir restaurantes y estar a cargo de la operación. Desde muy chico, su día a día era comer, dormir, entrenar, salir a correr y seguir. Se hizo de muchas experiencias y amigos y conocidos que lo llevaron a donde está en estos momentos.

 

Casi siempre está ocupado, cosa que no es impedimento de nada, su trabajo es su hobbie, incluso no se despega del teléfono porque trabajar es lo que a él le gusta, sus socios lo regañan porque en ningún momento deja el trabajo, aún en ratos cuando está descansando atiende las necesidades de la operación del día a día.

 

Se levanta alrededor de las ocho de la mañana, si puede desayuna, se baña, se va a la oficina, cumple con su parte de consultoría, regresa a la computadora a atender correos y cotizaciones para el restaurante y toda la parte administrativa, no sin antes llevar a cabo el “control de calidad” en los tacos que Mississippi tiene por las mañanas.

 

Por el momento trabaja también como gerente de obra, él le llama aprendizaje, está metido en proyectos en los que está dispueto a aprender cosas nuevas si es necesario, a fin de cuentas es manejo de capital humano, gerenciar gente, checar pendientes.

 

Entre sus múltiples deberes, pendientes de construcción y atender el Mississippi, también invierte su tiempo en entrevistas con el personal y juntas con clientes. Uno que otro día también entrena Muay Thai y JiuJitsu, lo entrena desde hace nueve años y es cinturón morado en la disciplina. Hay otros días en los que tiene que cocinar y tiene que estar en el humo tanto tiempo que termina ahumado y oliendo a leña. Todo esto es lo que vive entre semana, claro hasta que llega el sábado, por la mañana duerme todo el día hasta que revive. Como no todo tiene que ser trabajo, ya agarra “libre” los domingos, aunque a veces le gusta  jugar el papel de “mistery shopper” y visita el restaurante, donde él solo es un cliente más y le gusta disfrutar de lo que tiene y de su operación.

 

Su comida favorita es la asiática, y lo primero que aprendió a cocinar fue el sushi, esto porque cuando era pequeño gustaba de comer tanto, que era más fácil y económico aprender a cocinarlo que comprarlo ya hecho. Muchos de los sabores de su cocina son asiáticos, le encanta la cocina dulce, como también los retos, el chef piensa que el platillo que más le puede gustar es el que no sabe cocinar todavía.

 

Una de sus frases favortias se la decía su papá, “siempre ver el vaso medio lleno y no medio vacío”, todo tiene su lugar en la vida y en el mundo, cada cosa tiene su momento y hay que saber ver el lado bueno. Otro dicho que lo ha marcado es “Chef Life”, para él la vida del chef es una vida muy colorida y muy loca.

 

 

[supsystic-social-sharing id="1"]
 
Notas Relacionadas