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18 de marzo del 2017

Luis Antonio de Asadores Sanmiguel

Un exitoso asador especial fue patentado hace más de diez años por el originario de Hidalgo, Nuevo León.
Redacción por: Cecilia Vázquez

Soldador y cocinero, Luis Antonio Sanmiguel divide su tiempo entre el restaurante familiar y su taller de herrería. Vive en Hidalgo, Nuevo León, y fue en ese municipio dónde creó un asador diferente a los que conocía. En el 2005 lo fabricó y lo patentó poco después, ya que resultó un éxito con los aficionados y profesionales del humo y la parrilla.
“Desde los 18 años trabajo de soldador, ahorita tengo 44”, platica Sanmiguel, “luego (me metí) de cocinero. Ando corriendo por los dos lados, a cocinar y me vengo a soldar.

 

El Herradero es de mi mamá, ahorita estamos una sobrina y yo”, dice sobre el restaurante, “tenemos como unos 19 años más o menos. Vendemos cabrito a veces los domingos, hacemos fritada. Depende del cliente, el pueblo no es muy grande. Puerco también, a veces hacemos uno y lo vendemos por kilo a la gente”.

 

Para variar la forma tradicional de cocinar – en varilla o “a la griega”, donde el animal es rotado – Sanmiguel optó por una especie de cilindro debajo de lo que parece una parrilla normal. Así obtiene un cocido “a la fúnebre”.

 

El que más vende es para una o dos piezas de cabrito, borrego, chivo, pollo, “lo que quieras”, menciona el hombre, pero ha fabricado algunos donde caben hasta nueve. El común cuesta $7,800 pesos, es de placa calibre 13 y pesa 140 kilos.

 

También ha recibido órdenes gracias a un video de diez minutos que subió en YouTube, en el que explica cómo funciona su invento. Lo posteó en agosto del 2011 y tiene, a marzo del 2017, más de un millón 200 mil visitas.

 

“Se han ido hasta Cancún”, asegura, “y me han pedido a Ecuador, Colombia, pero ¿cómo le hago para mandárselos?”, comenta. Sus clientes luego le mandan fotos cuando están cocinando y Sanmiguel también sube algunas a su Facebook.

 

 

¿Por qué decidió crear este asador y cómo empezó a venderlos?

Nos dedicamos mucho a la cocina. Yo quería hacer algo diferente porque todo era lo mismo, era en un cajón antes, todos lo usaban. Entonces le hice la modificación esa y me funcionó muy bien. No vendemos una exageración pero sí nos mantenemos de eso. Le vendí a un compadre y empezó a hablar con sus amigos y a pedirme asadores y ahorita por internet vendemos para todas partes, toda la República.

 

¿Cuál es la diferencia entre su asador y uno convencional?

Los otros que venden para la fúnebre, que le llaman, hay que voltear el animal que tienes adentro. Meten un cabrito, vamos a suponer, y luego como a la hora y media hay que sacarlo y voltearlo, entre dos personas a veces. En estos asadores no porque, los que hago, la brasa cae a los lados, hacia abajo. Entonces tiene calor arriba y calor abajo.

Lo bueno de este asador es que te indica más o menos cuándo está cocida (la carne) porque cuando empieza a cocinarse empieza a salir por la puerta todo el jugo, el puerco o el chivo o lo que pongas. Cuando está cocido disminuye mucho el agua que suelta, te marca que está cocido.

 

¿Cambia el sabor de la carne en este asador?

No es a la brasa directa, no le da el humo ni nada. Necesita ser muy buena la persona, que sepa, porque hay gente que cree que es al pastor, porque sale bien jugoso el chivo o lo que ponga uno ahí. Lo bueno es que no gastan mucha leña para cocinar. Un cabrito usa un tercio de leña, nueve palos más o menos. Mucha gente dice que se sale el vapor por las puertas. Les digo que por eso es diferente, tiene que salirse el vapor para que quede tostadito. Si no se saliera sería tipo barbacoa.

 

¿Usted mismo los fabrica? ¿Cómo los hace?

Yo soy soldador también, yo lo hice. Tengo mi tallercito en un lado del restaurante. Es pura herrería. Son dos tanques. En uno va el producto y el de afuera va abrasando el otro tanque. Tiene un hueco arriba y le echas la leña. Tiene una separación de unos cuatro centímetros alrededor, entonces cae la pura brasa para los lados nomás. Entre dos personas se lleva un día o día y medio. Tenemos mucha práctica porque hay mucho trabajo.

 

¿Cuándo patentó su asador? ¿Le han copiado el diseño?

La patente tiene como diez años. Ahorita mucha gente me los anda copiando pero no hay problema, (excepto) cuando veo que es muy grande. Una vez se los vendí a un señor muy rico. Luego empezó a hacerlos y le comenté que mis asadores estaban patentados. Me dice “Son diferentes, el mío pesa más kilos que el tuyo y ahí cambia”. Le dije que no porque cuando yo patenté mi asador me preguntaron “¿Qué diferencia tienen de los industriales?”. Les dije que no hay necesidad de voltearlo, que una sola persona puede cocinar. Yo patenté el diseño, no el peso, porque he hecho unos muy grandes que caben hasta nueve cabritos.

 

¿Ha fabricado asadores bajo encargos especiales?

Hago de todo tipo de asadores. Pero me piden unos grandes, otros más chicos. Hice uno muy grande para el alcalde de Goliad, Texas. El municipio de Hidalgo, cada 5 de mayo va a Goliad, es un pueblo hermano. Yo estaba en la administración anterior y fui a cocinarles. Hay un restaurante en Leones (Monterrey) que les hice uno muy grande, le caben nueve cabritos pero ellos venden en el aeropuerto carne de chivo asado. Fui a enseñarle al chef que iba a usar el asador.

 

 

 

Fotos cortesía Asadores Sanmiguel

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