20 de marzo

¿Qué es caro?

Negocios ofrecen platillos a costos altos porque saben que hay un mercado que paga los sobreprecios.
Redacción por: Sibaris
Fotografía por:

 

Por Sibaris Monterrey

 

¿Qué es caro y qué es barato? Para mí este es un debate estéril porque hay infinidad de factores que pueden impactar el precio de un bien o servicio. Hay gente que se queja de que en San Pedro los costos de los restaurantes son más altos que en otras zonas de la ciudad, pero no hay que ser un genio para saber que el precio de las rentas impacta directamente a los precios en una carta. Y claro, las materias primas también impactan. Si compraste una carne angus o de ganado wagyu esto también afectará directamente el precio. Lo entiendo y sé que también nadie está obligado a acudir a tal o cuál sitio.

 

Lo que sí puedo ver es que ciertos negocios, escudados en esto, empiezan a ofrecer platillos a costos muy arriba de lo que se veía hace años. Sí entiendo que hay inflación, pero no me refiero a incrementos razonables. Han entendido que en la ciudad hay un mercado que paga ese sobreprecio por el hecho de acceder a un local y sentirse parte, quizás, de una elite económica.

 

La semana pasada unos amigos vinieron a la ciudad y fui a cenar con ellos. Habían hecho la reservación previamente, así que no tuve tiempo de hacer la sugerencia. No quise ir predispuesto, pero al final no me gustó la experiencia. Voy a omitir el nombre del restaurante porque no quiero hacer polémica innecesaria. El servicio fue bueno, la comida buena, sin ser nada del otro mundo. Es decir, una experiencia rayando en lo mediocre, que se salvó por las risas y el buen ambiente de mi compañía.

 

Y aquí viene mi análisis. No es justo pagar ese sobreprecio. No, porque existen en la ciudad chefs que se queman la cabeza tratando de ofrecer platillos innovadores. No, porque hay chefs en la ciudad que ven cómo hacer para traer trufas lo más frescas posibles para que en Monterrey se pueda probar esta delicia en su más puro estado. No, porque hay gente experimentando con nuevas técnicas y tratando de innovar, mientras que estos mercaderes ofrecen un menú sin creatividad, así de simple.

 

Cada quien es libre de ir a donde quiera, pero sigo pensando que es injusto ver las maravillas que hacen chefs como el de KOLI Cocina de Origen y compararlo con estos otros restaurantes que venden una buena materia prima y un menú caro ejecutado de un modo comercial. ¿Qué hay de innovación con bañar cualquier cosa de tuétano? ¿De presentarte en una pipeta una bebida? No sé, creo que valor y precio no son lo mismo y yo como comensal prefiero lo primero.

Las opiniones que aparecen en esta columna son responsabilidad del autor y no necesariamente las de este medio.
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