09 de enero del 2018

Midnight en Le Coeur

Estaba paseando a Santiago, mi perro adoptado, cuando de reojo vi unos coloridos macarons.
Redacción por: Balbina Reyes
Fotografía por:

Estaba paseando a Santiago, mi perro adoptado, cuando de reojo vi unos coloridos macarons detrás de un ventanal. El rinconcito de aspecto muy francesito instantáneamente me llamó la atención, y para saborearme la repostería a menor distancia, crucé la calle.

 

Para ser sincera, pensé que me iban a echar con todo y perro, pero para mi sorpresa, sucedió lo contrario, me ofrecieron amablemente cuidarlo y apapacharlo mientras a mi me invitaban a pasar a conocer.

 

La atractiva repostería que vi desde la calle, fue lo que me hizo acercarme, pero lo que me hizo quedarme intrigada, fue una sección muy elegante de mesas, que a primera instancia había fallado en notar ¡Es un restaurante!

 

El espacio es muy auténtico y compuesto de finos detalles. Alegre música francesa, candiles en el techo y pisos de mármol blanco. Me recuerda a Midnight in Paris, de Woody Allen, y la verdad, en mi imaginación, Ratatouille trabaja en esta cocina.

 

Se llama Le Coeur, corazón en francés, porque no sólo están ubicados entre Calzada del Valle y Calzada San Pedro, sino también, en esta cocina el motivo común es la pasión por la comida high-end y auténtica francesa, se refleja en el aura del restaurante, en su core, o centro.

 

El espacio es pequeño, caben alrededor de 60 personas, por lo que hay mayor control de calidad en todos los productos que ofrecen. El servicio es mucho muy personal porque no hay manera de que algún cliente pase desapercibido. Uno se siente atendido, especial y consentido en todo momento ¡Uh-la-la!

 

“Empezamos despacio porque no queríamos ser muy agresivos en el mercado, no somos competencia, somos diferenciadores.” Me comentó el chef de Le Coeur, Emmanuel Martínez. “Nos consideramos un restaurante diferente, más que el tema económico, nos gusta que la gente nos reconozca y nos valore, que se sientan bienvenidos como si estuvieran en el comedor de nuestras propias casas.” En efecto, así me sentí.

 

 

 

¿Qué probé?
Abrimos la cena con Escargots (caracoles) en su cocha. Emmanuel se tomó el tiempo de explicarme personalmente cómo comerlos. Ahora comprendo la demanda, porque a pesar de su apariencia, son exquisitos. Aquí los sazonan con mantequilla provenzal, ajo, shallot y perejil. Los acompañan con un pureé Robuchon a base de mantequilla, que es muy sedoso y terso. También lleva un salteado de Setas (tipo de hongo) deliciosamente sazonadas.

 

En el segundo tiempo probamos la famosa Sopa de cebolla. Estaba muy emocionada por probarla porque Emmanuel me platicó que ¡tardan 12 horas en elaborarla! debido al proceso de caramelización de la cebolla. Se prepara con coñac, caldo de res y va gratinada de queso Gruyere. El sabor es muy intenso y añejo, cumple con la intención del proceso.

 

Le boeuf bourguignon, un estofado muy clásico francés, fue el main course. Es un asado de tira que se bravea por 12 horas, entonces queda excepcionalmente suavecito. El caldo restante se cuela para hacer un Demi-glace, que asimila un gravy de sabor muy intenso. El corte viene acompañado de verduras y pureé Robuchón.

 

El postre fue el emblemático Créme brulée, es una crema cocinada a baño maría, con vainilla y quemada con azúcar. Lo sirven con una compota fresca de frutos rojos y un toque de albahaca. Sin duda, este es uno de los postres más cotizados y reconocidos alrededor del mundo, no solo porque es delicioso y delicado, sino porque cocinarlo al punto, crujiente y suave a la vez, es la clave.

 

 

 

El vino con el que acompañé la cena fue un Pinot Noir de Borgoña, lo eligió la casa y fue muy adecuado, Beaune Du Château Premier Cru 2012. Contiene notas de chocolate, higo y frutos rojos. Es atractivo, elegante y maduro, con un toque de masculinidad, perfecto para los cuatro tiempos ¡Voalá!

 

Le Coeur es un restaurante que está pensado para gente que quiere disfrutar de una ocasión o el momento de algo especial. Lo recomiendo especialmente a gente que ha viajado y regresa buscando un lugar en dónde obtener la auténtica experiencia francesa, probar un buen escargot, crème brûlée u otro platillo tradicional.

 

 

Las opiniones que aparecen en esta columna son responsabilidad del autor y no necesariamente las de este medio.
08 de noviembre del 2017

Hattori, el nuevo lugar en Vasconcelos

Redacción por:
Fotografía por:

Foto Facebook

 

Se tardaron casi un año en conseguir la propiedad, pero la espera valió la pena. Con dos semanas de haber abierto, Hattori Hanzo es el nuevo centro de atención. Localizado estratégicamente en Vasconcelos y con una fachada que transporta a la ciudad de Tokio, el restaurante despierta curiosidad y las ganas de entrar a conocerlo.

 

Desde hace tiempo ya veía algo nuevo cosechándose en la avenida, porque vivo muy cerca y la recorro a diario, pero no le había dado mucha importancia hasta que vi el proyecto terminado e iluminado de noche ¡Es japonés! Es más, parece el set de una escena de “Kill Bill”.

 

Mi velada perfecta es en un restaurante tipo vampiro, ese lugar que después de haber cenado rico, y que conforme va transcurriendo la noche, con clase se transforma en un espacio ambientado, con buena música, iluminación atrevida y buena coctelería. Me gusta esto porque, junto con la metamorfosis del lugar, comienza a salir esa diosa interna que todos tenemos dentro.

 

Hattori es cocina glam, cocktelería experimental e izakaya, bar en japonés. A partir de las once de la noche la ambientación del lugar cambia, invitando a la gente a soltarse, pedir drinks y entrar en ambiente. Las luces cambian de colores y la música, una compilación muy chida mezclada por Turista Universal, sube de volumen.

 

Además del mural 3D en la pared, que replica uno de Tokio, lo que noté en primera instancia al entrar fue un gran grupo de japoneses cenando – ya me habían platicado que han estado llegando a hanguear aquí. Felicidades Hattori, significa que algo deben de estar haciendo muy bien, pues la clientela japonesa suele ser exigente.

 

Detrás del proyecto está el mismo equipo del Dylan, restaurante bar que estuvo abierto tres años. La gente iba por la finger food, música en vivo y por la barbecue de los domingos. Ésta se cocinaba con un asador enorme y fue apodado por la raza con cariño como “Big mama”.

 

“Cerramos porque íbamos a abrir un lugar relativamente cerca, en la misma calle y con dimensiones bastante similares” , me platicó Panchito, socio encargado de la cocina, “lo único que en realidad cambiaba era la temática y el giro de la cocina”.

 

También nos hizo algunas sugerencias del menú. “Yo recomiendo que pidan pescados, vienen frescos, nuestro atún es de Ensenada y el salmón llega de Canadá. Es difícil y hacemos un esfuerzo enorme para tener pescados frescos, es complicado”, comentó.

 

La cocina de Hattori se divide en tres partes. La primera es la fría, que son los sashimis, rollos y pescados. La segunda es una variedad de arroces y la tercera es la robata, que son bites japoneses y otros tropicalizados, como verduras, porkbelly y brochetas al grill.

 

El asador que se trajo directamente de Japón es pequeñito, mide el equivalente a cuatro cajas de zapatos y tiene una piedra refractaria, entonces la cocción es despacio y los sabores se concentran de una manera muy especial. Es por esto que algo tan simple como el brócoli me supo verdaderamente gourmet, está delicioso.

 

Lo que probé

 

La entrada consistió en un par de piezas niggiri, dos de salmón y otras dos de toro. Así como me lo habían presumido, los pescados se derriten en la boca, excelentes cortes.

 

Después llegó una robata de brócoli con almendras y mayo de ajo. Éste fue mi platillo favorito. Me sorprendió cómo un simple vegetal me pudo emocionar tanto, el sabor es rústico, condimentado a la perfección, y la mayonesa cremosita lleva todo a otro nivel.

 

El yakimeshi de rib eye es súper original, había probado arroz con carne pero nunca con carne premium, es un must.

 

Las estrellas de la noche fueron dos rollos, un spicy tuna y un crispy salmon. El primero es mas sencillo, como suelo preferirlos: arroz, verduras y atún, mientras que el segundo está más mono, chunky y atascado, como lo que pido cuando muero de hambre.

 

Acompañé la cena con dos tipos de drinks, un vodka sake con romero, muy fresco, y un gin de frutos rojos, que asimila la textura y sabor de un tradicional sorbet, pero con alcohol, más divertido.

 

Continuando el goloseo, el postre fue un ringo roll, crepas con relleno de manzana y fresas arriba. La porción es más que suficiente como para compartir.

 

La cocina autentica japonesa es exquisita, llena de deliciosas tradiciones, fresca y saludable. Aunque en la ciudad ya existen restaurantes que la ofrecen, sigue siendo relativamente escasa y es por esto que, además de ser un lujo, también es una experiencia cultural. Hattori abre a las seis de la tarde de lunes a sábado. Vayan a probar, se los recomiendo.

 

¡See ya round’!

 

Las opiniones que aparecen en esta columna son responsabilidad del autor y no necesariamente las de este medio.
30 de octubre del 2017

Mi primer poke bowl

Redacción por:
Fotografía por:

 

¿Qué es el poke bowl? Una manera muy pero muy sencilla de verlo, es así: todas las partes de un sushi revueltas en un plato, al que puedes echar un montón de ingredientes arriba. Qué vago, lo siento, pero ¡es cierto!

 

El “POH-keh”, no poke bowl, es un platillo hawaiano que se ha comido por siglos en su localidad, básicamente es pescado crudo cortado en cubos y sazonado de la manera que prefieras. Pero el fusionarlo con ingredientes asiáticos es el trend de hoy.

 

La virginidad de este platillo la perdí con Hoku, un establecimiento que no lleva mucho tiempo de haber abierto sus puertas en San Pedro. Hay algo especial sobre este lugarcito, lo digo así por su tamañito en metros cuadrados, y solamente por eso, porque en cuanto a concepto, es grande, y a clientela, siempre que he ido, la fila es larga.

 

 

Todo empezó un domingo que estaba disfrutando en compañía de mis dos partners in crime. Habíamos pasado toda la tarde en la alberca curando la resaca del día anterior y lo único que queríamos era cenar algo rico y ver Netflix. La neta, yo quería pizza del HEB, de las que venden por rebanada, porque las acababa de descubrir, son prácticas y tenía ganas de algo muy grasoso. Pero mi amiga, contra viento y marea, quería unos mentados bowls que llevaba todo el mes comiendo.

 

¿Qué pasó? ¿Por qué terminé probando el susodicho? Para mi sorpresa, al llegar a Hoku me brillaron los ojos y se me olvidó todo sobre la pizza aburrida. El establecimiento es una especie de “cuteness hawaiano” colorido y simpático, visualmente muy limpio.

 

Se apoderó de mi el branding. Es un error que he cometido y pagado muchas veces, y me digo a mí misma una y otra vez que no siempre lo que brilla es oro. Aquí el empaque en que te entregan tu comida sinceramente es adorable, te hace sentir que pagaste bien para obtener algo especial. Entonces, con mi debilidad por el branding y todo, decidí consumir mi primer poke bowl, y la mera verdad, me enganché, lo admito.

 

Me acerqué a Balbina Medrano, co-fundadora del restaurante, para felicitarla por la genialidad de su negocio. Me platicó que lo más importante, además del servicio y atención al cliente, es la calidad de los pescados. Su abuelo y papá son pesqueros industriales desde hace más de 60 años. “Tanto el atún como el salmón tienen Sushi Grade y son de pesca sustentable (no son de granja)”, me informó, “el camarón que ofrecemos en Hoku es de mi papá, por lo cual estamos 100 por ciento seguras de que te ofrecemos una calidad que se nota”.

 

En cuanto a la epidemia del poke bowl en la ciudad, me platicó que fueron los primeros en posicionar el concepto. “Sabemos que nuestro restaurante es algo muy copiable y ya empezó a verse mucha competencia pero nosotras fuimos las primeras en traer a Monterrey y México esta tendencia y estamos muy contentas de que haya sido bien aceptada por todos nuestros clientes”.

 

 

Mi bowl

 

Me gusta armar mi bowl con una base de arroz y pepino – hace algunos días leí por ahí que el arroz blanco contiene propiedades ligeramente sedativas. A menos de que puedas darte el tiempo de relajarte un rato después de comer, recomiendo que lo sustituyas por arroz integral, opción que sí ofrecen. Mi proteína de elección es el camarón, y entre mis toppings favoritos está el mango, aguacate, edamames, queso crema, germinado y muchos chiles toreados, todo bañado en soya con limón y aderezo de chipotle.

 

¿Por qué me gusta comer poke bowls? Lo que más disfruto del platillo es la frescura de los ingredientes, que con sus muchas propiedades naturales cosechan una bomba de energía en mi cuerpecito. Realmente siento que mi cerebro comienza a funcionar mejor, y a pesar de que mi estomago queda bastante satisfecho, me siento ligera.

 

Otro plus es que si tienes prisa, lo puedes pedir para llevar. La preparación es rápida y el platillo fácil de comer, de hecho, cae en la categoría de fast food, pero contrario al paradigma, es una opción bastante saludable.

 

Este pasado fin de semana no me bastó con comer uno, también devoré otro al día siguiente. Delicioso. Oficialmente soy parte del culto.

 

Las opiniones que aparecen en esta columna son responsabilidad del autor y no necesariamente las de este medio.
26 de octubre del 2017

Local es lo de hoy

Redacción por:
Fotografía por:

 

Estoy en el mercado y me siento parte de algo importante, se me pone la piel chinita, en el buen sentido. Me conmueve ver cómo los pesos y los billetes que pasan de un bolsillo a otro no van a terminar en un lugar lejano, sino que van a dar techo, comida y educación a los hijos de mis vecinos, a esas personas que orgullosamente me venden lo que producen.

 

Me parece poético el esfuerzo que representa la mano artesanal, la que con gusto te entrega algo único, algo con alma, digno de ser atesorado.

 

Más allá de los aromas, los colores, el movimiento y la energía que componen la magia del mercado, me impresiona ver la naturalidad con la que se promueve la cultura y la creatividad local. Debería de ser siempre así.

 

En mi adolescencia soñaba con vivir en ciudades como Austin, con su famoso slogan “Keep Austin Weird”, que lo dice todo. O en el colorido San Francisco, hogar de los movimientos beat y hippie, que alberga a tantas comunidades casi caricaturescas.

 

Lo que no sabía en mi adolescencia es que la clave de lo que yo tanto admiraba de estas ciudades, que para mí son emblemáticas, es el sentido de pertenencia que la gente tiene por su comunidad y lo que ésta a cambio devuelve.

 

Ahora se que el secreto del éxito de cualquier comunidad fuerte proviene en gran parte del apoyo al consumo local, que crea un efecto dominó de consecuencias positivas a todo su alrededor.

 

En una comunidad en la que se apoyan los unos a los otros, las personas se reúnen para iniciar nuevos proyectos y negocios que solucionan necesidades locales. Se vuelven menos dependientes de la importación y la economía interna mejora, el poder regresa a los residentes, en donde pertenece.

 

Sí, es verdad que los productos de importación son bastante competitivos en cuanto a imagen y precio. Pero, ¿cuántas veces nos bombardea la publicidad y compramos en automático, sin cuestionar en quién o en qué estamos invirtiendo nuestro dinero?

 

Algo que procuro tener en mente es, ¿a dónde se va a ir mi dinero si compro esto? y ¿estoy pagando por calidad o por transporte?

 

Me entusiasma ver cómo en Monterrey la tendencia por consumir local ha ido en alza, habla muy bien del potencial que tenemos y el apoyo que intercambiamos entre nosotros.

 

Realmente estoy muy orgullosa de ser regiomontana, parte de una cultura muy especial, que sin perder sus raíces, abraza la influencia internacional. Nuestra gente es trabajadora, creativa y emprendedora, lo llevamos en la sangre.

 

El mercado somos tú, yo y el resto de la comunidad apoyándonos. Francamente creo que el futuro de nuestra producción y consumo yace aquí, en nuestras propias calles y barrios.

 

¡See ya’ round!

Local Bal

 

Las opiniones que aparecen en esta columna son responsabilidad del autor y no necesariamente las de este medio.
20 de octubre del 2017

Gypsy

Redacción por:
Fotografía por:

FOTOS Mariana Cerrillo

 

Prendo un incienso, una vela y algo de música ambiental, me pongo a respirar profundo para desconectarme de todo y con profundidad observar mi interior. Una persona mística sabe que aquí es en donde habitan sus verdades y la creatividad. No hay mejor regalo que encontrar revelaciones sobre tu propio ser. Este es mi pequeño ritual.

 

Hablando de revelaciones místicas, estaba en Maverick hace como dos meses en un miércoles de jazz. Tomaba un gin tonic cuando de repente noté la palabra “Gypsy” en una puerta al fondo del bar.

 

Completamente atraída, me terminé la bebida para dirigirme a explorar. Entré por la puerta que estaba semi abierta, subí unas escaleras que me condujeron a una azotea y ¡ta rá!, había encontrado un rinconcito completamente mágico y nuevo.

 

No lo pensé dos veces y decidí quedarme para probar por lo menos una bebida. Pedí el Hechizo. ¿Conoces ese olor muy específico que tienen los libros antiguos? Es de mis olores favoritos. Pues a eso me supo el drink. Si Hogwarts tuviera un bar, sería ese. Fascinada con la experiencia me propuse regresar.

 

 

¿Qué es Gypsy?

 

Gypsy es un restaurante bar que está situado en la terraza de Maverick, y aunque los dos establecimientos son primos hermanos, las propuestas son completamente diferentes. Mientras el primero se concentra en coctelería, y por supuesto, música en vivo, el segundo tiene un concepto enfocado más a la gastronomía.

 

Es un lugar dedicado a promover la cultura del fine drinking, de alta y baja graduación. La comida es una fusión muy original entre mediterránea y mexicana. También cuentan con formatos para compartir, por lo que es ideal para ir a convivir con grupos de amigos.

 

Básicamente puedes comer rico y tomar con conocimiento, pero de manera casual, sin pegarle al mame”, me platicó Pollo Romo, socio y master mind del marketing.

 

También me comentó que la creación del menú de comida y coctelería está basada en la colaboración de un line up de gente joven. “Queremos acreditar a quienes colaboran y trabajan la barra y la cocina, son muy talentosos”.

 

Algo que me parece genial, y que va con el misticismo del lugar, es que no ha sido promovido para que la gente lo descubra de una manera muy orgánica, como lo hice yo.

 

Así como me lo había propuesto después de la experiencia con el drink harrypotteresco, regresé a Gypsy este miércoles. Como había comido bastante ligero esa tarde, por la noche ya tenia un hambre feroz. Compartimos tres platillos entre dos personas y fue más que suficiente para quedar satisfechos.

 

 

¿Qué probé?

 

Hummus

Está súper cremoso y tiene unos trocitos de tomate deshidratado bañados en su aceite, que le da un toque umami – dulce, ácido, amargo y salado, todo a la vez. Viene acompañado de pita crujiente recién horneado.

 

Costillas de res

La carne es en una reducción de Avión de Juguette (vino tinto), es muy suave, se desmorona al contacto con el tenedor, está salteada en quínoa y viene con puré de camote a un lado. El camote le da un toquesito dulce inesperado.

 

Hoja santa y pato

Las hojas contienen un relleno de pato con frutos secos y un toque de jocoque. El sabor de la carne de pato es fuerte, casi amarga, por lo que me hubiera gustado disfrutarla con una copita de vino tinto, para oponer la sanación grasa en el paladar.

 

Drinks

De entrada me tomé un Pisco – limón, clara de huevo y chartreuse amarillo de alta graduación. Le siguió un Hemingway daiquiri preparado con ron diplomático, para después abrirle paso a un Drunken Bird – ginebra, vermouth blanco y shrub de piña con limón. Para cerrar con broche de oro, mi postre fue un Aperol Spritz de naranja amarga, ruibarbo, y gentiana. Fue mi favorito, porque además de ser muy fresco, la porción es generosa.

 

Gypsy me encantó, el concepto es mágico, misterioso y original. La comida está muy rica y hay una variedad de bebidas interesantes. Recomiendo ir con un date o con un grupo de amigos para conversar, probar cosas nuevas y pasarla suave. Todos los sábados, de 18:00 a 22:00 horas hay aperitivos y munchies cortesía de la casa. Habrá que darnos la vuelta para ver qué onda.

 

¡See ya’ round!

Local Bal

 

Las opiniones que aparecen en esta columna son responsabilidad del autor y no necesariamente las de este medio.
03 de octubre del 2017

Después de la tormenta, viene la comunidad

Unidos el talento local y la comunidad regiomontana para apoyar a los afectados por los terremotos.
Redacción por: Balbina Reyes
Fotografía por:

El Sentir

México no es el mismo después del 19 de septiembre, dos terremotos nos sacudieron como nación, y hemos despertado.

 

Es difícil hablar del tema sin sentir una inmensa pena, y es que en cuestión de segundos cambiaron las vidas de tantas personas en nuestro país.

 

Pero a raíz de esta tragedia, si algo nos queda bien claro, es que nuestra patria es raza, somos hermanos, todos parte de una familia, un mismo equipo.

 

México, sí se puede, pues algo maravilloso está sucediendo ante nuestros ojos, una revolución. La angustia, tristeza y desesperación que todos hemos sentido, no ha sido en vano, con orgullo hemos visto a nuestra gente accionando para levantarnos con más fuerza que nunca.

 

El Evento y lo que probé

Música por México es un ejemplo de esto, un evento musical muy chido que se llevó a cabo el domingo en Metapatio, el foro de la cerveza independiente, que además tiene rica comida, un menú de día y otro de noche.

 

Del primer menú yo me brunchié unos chilaquiles, me fui a lo seguro y basada en una recomendación los pedí con salsa roja, pero hay una de cacahuate que se ve bastante interesante. Me ganó el despiste y por eso no pedí un topping, pero probablemente hubiera elegido barbacoa.

 

Más tarde me tomé unos cuantos carajillos de Cafe Amador, creo que son los mejores que he probado, la neta. Ya por la noche, noté que la gente estaba pidiendo un hot dog de salchicha alemana ahumada, bañada de mac n’ cheese. Me robé unas mordidas por ahí, la salchicha está buenísima.

 

La Música y la Vibra

Tocaron cerca de 18 artistas locales en el escenario que se montó para ellos. Todo lo recaudado en boletos de entrada, y un porcentaje de las ventas de comida y bebidas fue destinado a la Cruz Roja.

 

“De forma unánime, espontanea y simultanea, gracias a que todos somos amigos y colegas músicos, decidimos poner nuestro ‘granito de arena’ para ayudar a la causa”, me platica Bruno Bressa, baterista de Buffalo Blanco, y uno de los organizadores.

 

La vibra en el evento se sintió muy especial, todos estaban ahí por una buena causa, familias, amigos y músicos. Me dio mucha risa ver a los niños chiquitos rockeando, se la estaban pasando muy cool con sus papas.

 

Más allá de los fondos recaudados, el evento fue un mensaje muy padre de solidaridad por parte de la comunidad artística. Los dejo con algunas palabras de aliento que nuestros artistas locales favoritos envían a todo México.

 

Los Mensajes

“Quiero mandarle toda la buena vibra y el amor a todos los afectados en México, aquí estamos todos apoyándolos entre música y buena vibra, les mandamos un super abrazo”.
Priscila Orfanos 

 

“México mágico, musical, no te desmorones, todos unidos podemos construir un nuevo futuro para nuestro país, no desaprovechemos esta oportunidad que hemos tomado todos los mexicanos para unirnos y para ser mas hermanos”.
-Jules Vera 

 

“Hola, quiero decirle a todo México que todos los retos que se nos presentan, cuando los superamos nada mas nos vuelven más fuertes, y es precisamente lo que necesitamos, más fuerza y unión”.
-Andrés Vignau 

 

“Amigos de México, un mensaje para ustedes es fuerza, energía, ambición, superación y siempre seguir para adelante ¡Si señor!”
-Tony True

 

“Un saludo, un abrazo fuertísimo, los queremos muchísimo, son la mejor ciudad del mundo, es lindo México, muchas gracias por ser quien son, por inspirarnos con su solidaridad, los quiero”.
-Gus Montalvo – vocalista y guitarrista de Jesus Warr

 

“Que mal que tengamos que pasar por esta tragedia, pero si algo positivo nos deja, y que nos debemos de quedar para siempre es ese mexicano que deja todo lo que tiene que hacer por ir ayudar a sus hermanos. Sería increíble que la lección se quedara, me conmueve muchísimo y ese es el México que quiero todos los días”.
-Flip Tamez – guitarrista de Jumbo

 

“Primero que nada, solidaridad absoluta, en ese momento yo estaba en el gimnasio cuando empezó todo este asunto del temblor, fui viendo como fue escalando el suceso y lo primero que me nació del corazón fue mostrar solidaridad absoluta. Es importante que como comunidad artística y comunidad consciente nos manifestemos y demos apoyo”.
-Toy Selectah

 

“Me da mucho orgullo todo el apoyo y la solidaridad que se está viendo. Desgraciadamente tuvo que pasar una tragedia para juntarnos y tener estas iniciativas, hablo de toda la república, no nada más de este evento, pero es un buen comienzo y ojalá que sirva para que sea estable el comportamiento social ante las cuestiones que pasan”.
-Bruno Bressa – baterista de Buffalo Blanco

 

“Yo quisiera agradecerle a México por todo lo que en estos momentos nos damos cuenta, que somos un país de seres humanos nobles, que somos más los buenos y que la fuerza unida jamás será vencida. En los malos momentos desafortunadamente es cuando nos unimos y en los buenos momentos es cuando se nos olvida, pero a mi me encantaría saber que al unir fuerzas podríamos cambiar todo el país completo. En estos momentos de dolor lo que nos une es el amor. Muchas gracias México y mucha fuerza ¡Au!”
-Berny Flores – fotógrafo 

 

“Hola que tal, un saludo a todos de parte de Charlie Castro bajista de Buffalo Blanco y Jumbo. Quiero agradecer a toda la gente que ha estado al pendiente de la unión que se necesita en estos momentos para toda la gente damnificada por los terremotos en la ciudad de México y en otros estados. Los invito a que se unan a esta noble causa que saca lo mejor de nosotros. Muchas gracias a toda la gente que se está uniendo”.
-Charlie Castro – bajista de Buffalo Blanco y Jumbo

 

“Hace mucho que no me sentía tan orgulloso de ser mexicano, es real, todos los días pienso viva México, viva México”.
-Mauricio Sánchez – vocalista de los Claxons

 

Los organizadores que hicieron posible el evento son:

 

Beto Herrera (Metapatio), Andreas Ostberg (School of Rock), Bruno Bressa (Buffalo Blanco), Marissa Martinez (Pink Market), Rudy Martinez (The Sound Wave), Tavo Rodriguez (Audio Acústica), Seltzer (arte), Jules Vera y Toti (logística).

 

Ánimo México.
See ya’ round!

 

 

Las opiniones que aparecen en esta columna son responsabilidad del autor y no necesariamente las de este medio.
Octubre-Noviembre 2023
Especial Dulce Delicia

Guía NL
Octubre-Noviembre
2023

2023
Platillos Icónicos de Nuevo León
Volumen V